Bueno, no os asustéis por lo que véis.
Esto no es más que una crítica (si se puede decir así) a un libro.
En mi interés por el cómic, Maus ha sido siempre uno de los libros que me daba fastidio ver en las librerias. Me despertaba las ganas de comprarlo pero me daba un cierto repelús, sobre todo por el tipo de dibujo que tiene. Hay que decir que una de las cosas que más me decide a comprar un cómic es su dibujo.
El caso es que han pasado varios años viendo desfilar este libro delante de mis narices sin comprarlo y sin leerlo.
Ahora, por fin, cae en mis manos desde las de un amigo y puedo confirmar lo que pensaba.
La historia es una más del holocausto. No por ello deja de ser interesante, aunque sabemos que toda historia que se cuenta sobre este tema tiene más o menos el mismo final: la supervivencia. Por eso hay historia, pero por eso no hay sorpresa. Hay que destacar cómo se relata la historia, mezclándola con la historia del propio libro y la relación del padre perturbado por su pasado y el hijo autor del libro.
El dibujo tiene la originalidad de caracterizar a los personajes como animales, dejando clara la jerarquía que definió la Segunda Guerra Mundial. Por lo demás el trazo y el dibujo en blanco y negro no me ha convencido, razón suficiente para no haberlo comprado antes, como dije.
La verdad no es un libro que me haya entusiasmado. Más bien es un libro más. No lo destacaría como uno de los que me haya causado impresión.
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