En menos de lo que han durado las vacaciones de mis sobrinos, diez días, me he leído los tres primeros libros de Harry Potter, en inglés.
Lo del inglés no es por presumir, es que quería hacerlo así, me sirve de práctica y además son fáciles.
Pues aunque nunca entenderé esa humana manía de las avalanchas para comprar lo último de lo último, si que reconozco que me han gustado y que las pelis han salido bastante bien, a pesar de los normales recortes.
Voy a ver si este fin de semana me agencio el cuarto libro.
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